O.L.I.V.I.A y Miranda Johansen publicaron Mi Casa, sencillo que llega potenciado por un video codirigido por Regina Cei y Lola Piñero.
A continuación, nos adentramos en el proceso de producción de las creadoras responsables de amalgamar música, experimentación y poesía.

 

O.L.I.V.I.A y Miranda Johansen presentaron Mi casa, colaboración que llega potenciada por un magnético video que integra universos audiovisuales con pop experimental de raigambre poética.
Mi casa es una colaboración de O.L.I.V.I.A junto a Miranda Johansen bajo la producción de Pablo Bursztyn que se publicó como sencillo adelanto del inminente EP que la música de Buenos Aires prepara para los próximos meses.
Según el texto que acompaña la gacetilla: “Esta es una canción sobre la duda, las preguntas, estar y no estar. También es el viaje que implica transitar todo eso. Aunque no se llegue a ningún lado, aunque al final de la canción no se sepa dónde está la casa, la idea es sentirlo/reconocerlo y terminar con una sensación tanto melancólica como esperanzadora”.
Desde la cita iniciática al Luis Alberto Spinetta en clave René Magritte, adentrarse en la experiencia de Mi casa queda claro que no se trata de un mero videoclip de promoción: es una pieza audiovisual que se alza por encima de la producción promedio que abunda como relleno semana tras semana en las redes sociales. Mientras que la mayoría de los clips actuales buscan un pasatismo que se acomode a los estándares del momento, con el video O.L.I.V.I.A. profundiza su identidad conceptual, apostando de nuevo a tomar una ruta alternativa.
El video fue codirigido por Regina Cei, del colectivo Trrueno, y Lola Piñero, de la productora La Casa de al Lado, quienes se unieron desde el ímpetu creativo para liderar un equipo de producción que supo surfear por encima de las diversas olas covidianas de la temporada pasada.

Las imágenes que dan forma a la música de Mi casa surgen de una mirada minuciosa sobre superficies que prometen decir más de lo que muestran. Metales, fluidos, polímeros, minerales, naturaleza muerta, naturaleza viva, luces dinámicas y luces proyectadas.  Elementos de vida atravesados por el tiempo, que son parte de un cuerpo que las alberga. O.L.I.V.I.A-Miranda son un mismo cuerpo de información infinita y centelleante al que se adentra en la noche oscura para revelar los tesoros más profundos de este multiverso.
La idea empezó a gestarse en Julio de 2020. Se trataba de un juego que mezclaba escenas cinematográficas, micro-visuales de texturas y retratos surreales de lipsyncs. Los recursos de edición y efecto tomaron el rol de integrar estos universos, volviéndose protagónicos. Entre reuniones y pruebas de FX, el desarrollo de la idea fue apoyándose cada vez más en procesos de post producción.
Lola y Regina se unieron en un principio para acercar las instancias de pre y de post, para finalmente decidir co-dirigir juntas.
De acuerdo a la palabra de Piñero, la posibilidad del video surge a partir de una propuesta de Johansen para darle una forma visual a la colaboración musical. En pleno aislamiento de la primera ola, ambas realizadoras empezaron a cranear imágenes posibles. “Para nosotras era un tema super profundo y abstracto, que daba lugar a un universo de ideas”, explica. “Reunimos conceptos que tenían en común algún modo de relación con el hogar, con explorar hacia dentro lo primitivo. Una búsqueda de algo probablemente inalcanzable, lo esencial”, señala Lola.
Para ambas directoras todo devino en macro-recorrer objetos bien de cerca, generando texturas de lo microscópico. Desde allí empezaron a imaginar lo que finalmente se convirtió en Mi casa.
Enfocando sobre las superficies Piñero y Cei lograron un estado de abstracción dentro del mundo de lo orgánico. Esa decisión creativa logró llevar a Mi casa a un nivel superior. A partir de esa decisión/visión de las directoras la colaboración adquiere otra entidad, resultando en algo más que un mero video promocional para O.L.I.V.I.A. y Johansen.
“Queríamos generar imágenes oníricas, brillosas e impactantes de forma natural, que se puedan sentir la nobleza de los materiales”, observa Cei.
Adentrándose en el proceso en la realización Regina apunta que “pudimos alquilar una óptica muy particular que es como un cilindro de 1cm de diámetro y 20cm de  largo, es super angular y macro, por su forma puede adentrarse en los pequeños munditos que fuimos armamos, parece que recorre pasillos”.
Para la grabación del video el equipo armó algo similar a un backstage de laboratorio con mesas grandes llenas de herramientas y objetos, además de materiales que recolectaron entre todxs. Un día antes de grabar, se amaron maquetas combinando materiales,  componiendo según textura y color.
“Fue todo medio un juego. Grabamos también unas esculturas de resina de Regi. Cuando empezamos a grabar otros se acercaban a también combinar las cosas y proponer nuevas”, recuerda Piñero, destacando lo gratificando de una experiencia que sucedió en un tiempo extraño marcado por la pandemia. Dentro de la estimulante burbuja creativa, la aventura corrió con profundidad con un equipo abocado a la creatividad.  “Estuvimos en trance varias horas en el estudio con esto”, coinciden ambas directoras.

Mi casa demandó un largo proceso de preproducción donde se hicieron sentir los rigores del confinamiento: mucha videollamada, mucho grupo de WhatsApp, mucho ida y vuelta virtual.
La idea inicial surgió en julio y el video se grabó en septiembre. En el ínterin, las semanas pasaron tranquilidad mientras las fases de confinamiento avanzaban. Sin apuros, el equipo pudo probar con comodidad, experimentando a sus anchas.
Finalmente, el rodaje duró una apenas jornada. Divididos en dos unidades, esa única jornada de grabación fue tan ardua como electrizante. “Fue intenso pero increíble porque mucho de lo que estábamos haciendo era experimentación en vivo”, apunta Cei.
El montaje lo realizaron las mismas directoras entre febrero y marzo. A la par de ese proceso, Piñero y Cei experimentaron en las impactantes transiciones: morphing de rostros y texturas, superposiciones y mezclas entre O.L.I.V.I.A. y Miranda, micro-universos que salen de un ojo.
En una última instancia después del grading de color, Javier Benjamin corona estas imágenes con efectos procesados en tiempo real en softwares destinados a otras especialidades. Convirtiéndose en una pieza audiovisual que abarca un amplio espectro de artes: pintura, escultura, vjing y cine.

En los últimos años una minoría de la industria musical entendió que asociarse con realizadorxs audiovisuales experimentales termina sumando y potenciando todo. Eso abrió bastante el campo laboral, permitiendo más oportunidades.
-¿Hay mayor espacio para la realización audiovisual experimental? ¿Se traduce eso en más trabajo para lxs realizadorxs? 

Piñero: creo que la experimentación audiovisual existe de siempre, solo que ahora el videoclip tradicional ya está pasando de moda entonces se está empezando a volcar el mainstream hacia lo experimental. Hay un universo de posibilidades a la hora de experimentar, pero lo que sucede es que los tiempos y la plata que lo experimental requiere no se condicen con las pretensiones de la industria musical. Entonces, creo que es por eso que no todo se vuelca hacia lo experimental, todavía. Cuando puede hacerse es increíble. Hay gente muy grosa trabajando en la industria audiovisual e incluso de otras áreas que se están sumando cada vez más a la realización de videoclips y eso está buenísimo.

Cei: de algún modo las producciones de videoclip de las industrias musicales más grandes implementan una dinámica de trabajo más parecida a una producción audiovisual publicitaria, que cuenta con tiempos más inmediatos, rodajes mayormente de una o dos jornadas. Todo está bastante enfocado en la estrategia de las redes sociales. Todo eso se termina convirtiendo un poco en limitaciones que son re condicionantes si buscás experimentación Ahora, que el estreno de una nueva canción va sí o sí de la mano del estreno del video, se empezaron a sobreproducir videoclips de un modo re industrial, que tal vez por eso hoy se esté buscando salir un poco de esas repeticiones e incursionar algo nuevo, si es que está pasando eso. En nuestro caso no se trata de que haya espacio ni que por eso hayamos encontrado oportunidad de avanzar con esto, porque de hecho mucho no lo hay. Hasta en las producciones nacionales más grandes se reflejan las condiciones tercermundistas, y en el under, ni hablar. Si pudimos concretar este video fue porque somos personas todas amigas entre sí: las músicas y el equipo íntegro. Muy a pulmón. Con amor, abocando mucha cabeza, cuerpo y horas, nos aunamos para lograrlo, a pesar de todas las dificultades que la estructura cultural presenta.

Esta entrevista es un extracto de la nota publicada en la revista RAPTO, de Rosario, a quienes agradecemos el material. Podés leer la nota completa ACÁ.

 
Sobre las directoras:
 
Lola Piñero escribe y dirige. Es miembra de La Casa de al Lado, productora emergente ubicada en el barrio de Chacarita, responsable de este proyecto. Cuenta con destacada experiencia en publicidad y videoclip.

Regina Cei es integrante del colectivo artístico Trrueno. Desarrolla su carrera audiovisual en plataformas digitales y escénicas, abarcando además las áreas de instalación y performance. Participa frecuentemente con LCDAL en el rol de montajista, siendo “Mi Casa” su primera experiencia como co-directora en esta productora.

Las directoras, Regina Cei y Lola Piñero
 
Por/ Lucas Canalda
Lucas Canalda nació en 1982 en Rosario. Estudió periodismo y Letras en la Universidad Nacional de Rosario. Dedicado al periodismo desde hace 17 años, trabajó en radios como Rock & Pop Net Rosario, Metro, La Red, Gran Rosario, en otras.
Fue editor de la revista literaria digital Cultura Etérea por 7 años, publicando jóvenes autores de cinco países sudamericanos. En 2014 presentó el libro “Eso mismo de la fiebre” (El imperio y la libélula editorial).
Desde abril de 2016 es editor de la revista cultural transmedia RAPTO. En 2018 RAPTO publicó su primer libro recopilatorio con una selección de los textos editados en los primeros dos años de actividad. RAPTO también se constituye como la primera plataforma de podcasting periodístico de la ciudad de Rosario y la provincia de Santa Fe.
Además, desde 2015 es redactor para diversos medios digitales de México, España, Venezuela, Chile, Argentina y Colombia, siempre desde el ámbito del periodismo cultural.

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